Día 3: zona Coliseo

Como la jornada turística acaba pronto, no cuesta mucho madrugar, así que a las 9’30 de la mañana ya estábamos en el Palatino, con unas nubes muy feas encima de nuestras cabezas. Esta entrada se vendía junto con la del Coliseo, en épocas de mucha gente es recomendable ir aquí primero y así se compra la entrada, y luego sólo hay que hacer la cola de control de seguridad que es mucho más corta. Nosotros hicimos uso de la segunda, y última entrada gratuita de la Roma Pass, sino su precio de venta eran unos 11 €.

El PALATINO es una zona bastante agradable sobre la que pasear viendo ruinas, con bastantes árboles en algunas zonas; desde aquí se tienen buenas vistas de los resto del Circo Massimo, el Foro, y también del Coliseo, a una cierta altura.





Desde aquí se puede acceder a los FOROS IMPERIALES, que nos gustó mucho más de lo que nos esperábamos, ya que aunque hay algunas ruinas en un pésimo estado hay otras que se encuentran relativamente bien y el conjunto total al haber tantas en tan poco espacio, es muy bonito.



Y saliendo por el Arco de Tito llegamos al majestuoso COLISEO.


Como ya hemos dicho antes, al llevar la entrada tienes mucha menos cola, ya que solo hay que pasar el control de seguridad y después por los tornos con la Roma Pass (en Palatino activaron la entrada, no nos dieron ningún papel) y ya estás dentro; y si no tienes la cola para la taquilla que es mucho mayor. Cogimos un audio guía por 4 €, también te dan un plano para que sigas un ruta en ambas alturas. Los datos que más nos alucinaron fueron, que lo construyeron en menos de 10 años, y que la inauguración duró 100 días.






Después de comer llovía bastante, pero como no diluviaba, pensamos que era un buen momento para ir a ver tres iglesias bastante recomendadas y que nosotros seguimos recomendando.

Pillamos un bus para ir a la IGLESIA DE SAN GIOVANNI IN LATERANO, que actualmente es la catedral de Roma; para ver sus mosaicos hay una maquina de monedas para que se ilumine, creemos recordar que eran 50 céntimos y duraba 1 minuto; aunque la iluminación tampoco era muy esplendida. Fuera hay una construcción que se levanta al este de la plaza y que alberga la Scala Santa, que según se dice proviene del palacio de Poncio Pilatos en Jerusalén, nosotros lo vimos de lejos.

Luego con 3 paradas de metro nos fuimos a la IGLESIA DE SANTA MARÍA MAGGIORE, aquí destaca su techo artesonado de madera; y también hay máquina para iluminar, pero son 3, una para los laterales, otra para el techo, y otra para el fondo-altar, y creemos recordar que valían 2 € cada una y duraban 2 minutos; hay que tener un poco de paciencia y esperar, siempre hay alguien que echa las monedas.

Y finalmente andando llegamos a la IGLESIA DE SAN PIETRO IN VINCOLI, aquí lo gracioso es que no se podía entrar con paraguas, incluso había un señor para no dejar entrar a nadie con el paraguas; así que hicimos la visita por separado, pero la visita es muy rápida porque es una iglesia bastante pequeña (en comparación con la anterior por ejemplo). Aquí se encuentra el Moisés de Miguel Ángel; y también hay maquinita de luz.


Al final a lo tonto a lo tonto nos habíamos mojado un poco, así que hicimos retirada hacia el hotel. Luego aprovechando un parón entre chaparrón y chaparrón, y bajamos a cenar a un sitio que teníamos frente el hotel.

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